El revés, muy a menudo quebradero de cabeza de los jugadores amateurs, supone junto a la derecha y al saque el núcleo de los golpes del tenis. Los entrenadores, los jugadores y los teóricos habían considerado tradicionalmente que un revés liftado consistente, sin importar si se jugaba a una o a dos manos, era necesario para complementar la derecha y el saque.
En cambio, el juego moderno ha exigido que los jugadores tengan reveses tan incisivos y potentes como cualquier otro golpe. Tan grande ha sido este avance, que el revés y, más concretamente, el revés a dos manos es actualmente la principal arma de algunos de los mejores jugadores del mundo.
Todo entrenador ha de comprender que la selección de uno de los dos reveses es un aspecto que cualquier jugador en formación ha de afrontar. Y decimos en formación, porque, haciendo historia, Stefan Edberg y Pete Sampras fueron dos ejemplos de jugadores de alto nivel que cambiaron con éxito su técnica de revés cuando aún eran adolescentes.
Independientemente de esto, la selección adecuada, guiada por el entrenador, puede tener implicaciones importantes en la formación y desarrollo del jugador. Para complicar más las cosas, no ha sido hasta hace poco cuando los investigadores han clarificado algo este dilema al que se enfrentan entrenadores y jugadores, al revelar la información relativa a las características mecánicas del revés a una mano y a dos manos.
Con la excepción de algunos estudios realizados en épocas pasadas, las descripciones anteriores tendían a basarse en la experiencia y daban poco valor a la evaluación de la técnica realizada por los entrenadores y no clarificaban las supuestas ventajas y desventajas mecánicas de ambos golpes de revés.
CUÁL ELEGIR ENTRE EL REVÉS A UNA MANO O A DOS MANOS
Entre los entrenadores, siempre que tenga lugar un alegato sobre el revés a una o a dos manos, seguro que existen varios puntos de discusión que provocan un debate intenso. Los beneficios que brindan cada uno de ellos con respecto a la generación de velocidad, de efecto, de alcance, de aprendizaje y de disimulo, llevarán muy probablemente a exámenes muy profundos.
A continuación nos esforzaremos en aclarar estos puntos claves y trataremos también la posición abierta en el golpe de revés, así como las variantes mecánicas.
1. VELOCIDAD
La idea de que el revés a una mano es un golpe compuesto por múltiples segmentos ha recibido mucho apoyo y los análisis recientes lo han confirmado. La rotación de las articulaciones de los hombros, codos y muñecas en los jugadores que usan el revés a dos manos confirmó que éste golpe está también compuesto por segmentos múltiples.
Los estudios anteriores sugerían que la técnica del revés a dos manos suponía una coordinación de dos segmentos únicamente: la rotación de caderas seguida por la rotación del segmento tronco y brazo-raqueta.
En realidad, para el golpe de revés a dos manos también se requiere la coordinación secuencial de cuatro a cinco segmentos corporales: rotación de caderas, rotación de hombros y varios grados de movimientos alrededor de ambos hombros, codos y muñecas que contribuyen a la producción de la fuerza durante el golpe.
¿Cuál de los dos tipos de revés es capaz de generar una mayor velocidad de la raqueta en el impacto?
Históricamente se creía que para generar una velocidad alta de la raqueta el radio de rotación debía ser lo más largo posible y que el movimiento de la raqueta debía tener también el mayor arco posible; es decir, las características favorecían claramente la técnica del revés a una mano.
Sin embargo, el radio más corto de golpeo del revés a dos manos da una mayor velocidad angular de la cabeza de la raqueta en el impacto y una velocidad lineal en el golpe similar a la del revés a una mano. Además, los jugadores que usan más los codos y las muñecas, como por ejemplo Serena Williams y Novak Djockovic, logran una mayor reducción del radio de golpeo durante el impacto.
2. EFECTO
Sea cual sea la técnica de revés preferida por un jugador, la trayectoria y el alineamiento de la raqueta al golpear son los factores determinantes del tipo y cantidad de efecto que se aplique a la pelota.
Si bien el liftado normalmente se empleaba como un buen efecto en ambas técnicas a nivel profesional, durante mucho tiempo se estuvo especulando que los principiantes que usaban el revés a una mano tenían dificultades al golpear liftado, debido a la fuerza adicional necesaria para mover la raqueta hacia arriba en una trayectoria más alta.
Por el contrario, siempre se ha pensado que jugar liftado con el revés a dos manos es comparativamente más sencillo gracias a la fuerza adicional de la segunda mano. Las investigaciones apoyan esta teoría pues afirman que para lograr una velocidad vertical elevada, necesaria para jugar un buen globo, los jugadores de una mano han de reducir la aceleración vertical de la cabeza de la raqueta en el impacto; en cambio, los jugadores a dos manos no tienen tantos problemas y pueden seguir aplicando velocidad vertical y horizontal hasta la posición de impacto.
3. ALCANCE
Aceptando que a dos manos hay que tener la habilidad de soltar la mano de arriba con tiempo suficiente como para preparar el golpe en las pelotas a las que se llega estirándose completamente, tanto los jugadores de una como de dos manos impactan la pelota exactamente a la misma distancia lateral del cuerpo.
No obstante, el radio de rotación más largo del jugador a una mano le asegura que el impacto se realice más adelante, unos 20 a 30 centímetros aproximadamente; mientras que a dos manos el contacto normalmente tiene lugar justo enfrente o al lado del pie adelantado.
4. APRENDIZAJE
Desde la perspectiva de la enseñanza del golpe, los hipotéticos requisitos de la fuerza y la magnitud de los distintos segmentos que se requieren se han debatido desde hace mucho tiempo para complicar la discusión sobre cuál de los dos golpes debe enseñarse.
Si bien la habilidad de coordinación puede ser el factor más importante en el proceso de aprendizaje, es lógico asumir que, como se dijo antes, el revés a una mano requiere de fuerza adicional para realizarlo: y esto es un factor de gran influencia en la efectividad con la que este golpe se puede jugar cuando los jugadores son principiantes o juniors.
Igualmente, podría parecer que el uso de menos segmentos corporales de forma independiente para el revés a dos manos, es decir, cuando distintos segmentos se mueven juntos, puede hacer más fácil la preparación para el impacto que en el golpe a una mano, donde los segmentos se mueven uno detrás de otro, y facilitar que los jugadores puedan devolver pelotas que reciben a distintas alturas.
Otros dos factores que los entrenadores han de tener presentes son: el aprender el revés cortado y la volea de revés. Ninguno de ellos debe olvidarse si se quiere tener un juego completo.
5. EL DISIMULO
La literatura de finales del siglo pasado se refería repetidamente a la ventaja del revés a dos manos sobre el de una mano en términos de "esconder" la dirección con que se iba golpear la bola. Sin embargo, el análisis de las características mecánicas que justificaban esas afirmaciones aún son tenues.
Sin embargo, lo observado en los últimos estudios sí sugiere que el revés a dos manos puede ser ventajoso en este sentido. Es decir, con un movimiento adelante de la raqueta más corto y con una mayor aceleración horizontal y vertical sobre la pelota, un jugador de dos manos puede darle a su rival menos tiempo para detectar cualquier variación cinemática, lo que a su vez puede eliminar información al adversario sobre la dirección, velocidad y trayectoria del golpe para anticiparse.
Además, aunque los jugadores de dos manos no emplean de forma perceptible la mano de arriba, la que está más cerca del cuello de la raqueta, para disimular cuando disponen de tiempo suficiente en la preparación del golpe, el “muñecazo” en el tiro cruzado o el globo es difícil de apreciar y se emplea como una ventaja táctica cuando los jugadores disponen de menos tiempo para prepararse o equilibrarse.
6. LA POSICIÓN ABIERTA EN EL REVÉS
Como consecuencia del creciente dinamismo del juego moderno y la consecuente presión de tiempo que se impone a los jugadores, se ha visto como han proliferado el número de tenistas que emplea la posición abierta para el revés.
Desde una perspectiva táctica y de movimiento de recuperación esta adaptación técnica ayuda a aliviar la presión de tiempo que sufren los jugadores, ya que les permite recuperar su posición en pista más eficazmente.
Evidentemente esta es una de las áreas en las que el uso del brazo no dominante es de gran ayuda para los jugadores de dos manos. La fuerza adicional que ofrece deja que los tenistas puedan pivotar sobre su pierna externa, roten los hombros pasando las caderas, aplicando así un pre-estiramiento agresivo de la musculatura abdominal y del complejo contra-lateral del glúteo-dorsal ancho, y que a diferencia de lo que ocurre en la derecha, se utilice este golpe casi exclusivamente cuando se llega presionado a la pelota.
Por otro lado, los jugadores de una mano pueden emplear está posición también con éxito cuando realizan un movimiento de raqueta acortado y desde una posición relativamente fija, por ejemplo, desde la devolución, o para jugar pelotas que reboten alto apoyados en el pie retrasado.
No obstante, los tenistas de revés a una mano prefieren normalmente la posición semi-cerrada porque les proporciona un movimiento de raqueta más largo sobre el qué generar velocidad de raqueta y una posición de impacto más favorable, en términos de estabilidad y fuerza.
7. VARIACIÓN DE LA TÉCNICA DEL REVÉS A DOS MANOS
Observando a los tenistas profesionales parece claro que existen algunas variaciones mecánicas entre los muchos jugadores que emplean la técnica de revés a dos manos. Esta variación, que se da habitualmente en la interacción de los segmentos y en el desplazamiento angular de las dos extremidades superiores, como es el movimiento de las articulaciones del codo y la muñeca, marca diferencias en la trayectoria de la raqueta y en su posición hacia y durante el impacto.
Estas diferencias se observan claramente si comparamos el revés a dos manos de Serena Williams y María Sharapova con el de Andy Murray o David Ferrer.
CONCLUSIÓN
Si bien las últimas investigaciones apuntan a que el revés a dos manos tiene ciertas ventajas sobre la técnica de revés a una mano, los entrenadores deben continuar trabajando con sus jugadores para encontrar el golpe de revés que más se adapte a cada tenista.
Y, en lugar de pensar como se hacía antiguamente en que hay un tipo de revés que es mejor que el otro, los entrenadores deben ayudar al jugador a que desarrolle su propio golpe de revés, ya que cada jugador tiene unas características físicas, una coordinación y un estilo de juego
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