El tenis ha sufrido cambios significativos en su forma de juego durante los últimos 25 años. La tecnología de la raqueta ha sido responsable, al menos parcialmente, de que los grandes jugadores golpeen la pelota más fuerte y con posiciones más abiertas. Los saques se golpean a 130 millas por hora y tanto la derecha como el revés se usan como las armas principales para ganar los puntos desde casi cualquier lugar de la cancha.
Además, ahora la mayoría de los torneos en todo el mundo se juegan en superficies duras o de tierra. Las canchas de hierba se han convertido en algo cada vez más raro de ver hoy en día.
¿Dónde deja esto entonces al juego de red y especialmente a la volea? Este golpe habitualmente se juega en la red o cerca de ella, y el contacto se realiza antes de que la pelota bote en nuestro lado de la cancha.
PREPARACIÓN
Como el contacto con la pelota tiene lugar cerca de la red, obviamente se tiene menos tiempo para prepararse para este golpe que para los otros. Una preparación correcta es crucial para la volea, ya que una preparación pobre lleva a un golpe precipitado y por tanto a una mecánica imperfecta.
Los jugadores con experiencia aprenden a anticiparse o al menos a darse cuenta de las opciones del rival en una situación determinada. El reducir el número de opciones de los rivales de cinco o seis a dos o tres puede dar una respuesta mucho más rápida a la pelota que nos viene.
Se identifican cuatro claves fundamentales que ayudan a una correcta anticipación:
1. Los patrones y las tendencias del adversario, o sea el conocimiento del rival.
2. Las señales que pueden observarse en sus golpes, de acuerdo a su perfilamiento.
3. La posición en la cancha del oponente.
4. La percepción correcta del efecto y de la trayectoria de la bola.
Además de la anticipación, que normalmente llega como fruto de la lectura del partido y de la experiencia de jugar muchos partidos, los jugadores que tienen un buen tiempo de respuesta gozan de cierta ventaja en la red.
Además de la anticipación, que normalmente llega como fruto de la lectura del partido y de la experiencia de jugar muchos partidos, los jugadores que tienen un buen tiempo de respuesta gozan de cierta ventaja en la red.
El tiempo de respuesta es importante especialmente para llegar a un passing cuando se está en la red o para un duelo de voleas en dobles.
El tiempo de respuesta es una combinación entre tiempo de reacción y tiempo de movimiento. El tiempo de reacción es el que emplea el cerebro para procesar la información sobre qué tipo de golpe se está jugando y enviar un mensaje a los músculos para que se preparen para una volea de derecha o de revés. El tiempo de movimiento es el que se emplea en moverse para colocarse en la posición y realizar una volea correcta.
El tiempo de respuesta es una combinación entre tiempo de reacción y tiempo de movimiento. El tiempo de reacción es el que emplea el cerebro para procesar la información sobre qué tipo de golpe se está jugando y enviar un mensaje a los músculos para que se preparen para una volea de derecha o de revés. El tiempo de movimiento es el que se emplea en moverse para colocarse en la posición y realizar una volea correcta.
Se han realizado investigaciones y prácticas de campo estudiando a tenistas de nivel avanzado descubriéndose que el tiempo promedio de reacción, desde que una máquina lanza-pelotas golpea la bola hasta el movimiento inicial de la raqueta, para la derecha y el revés era de 226 y 205 mili-segundos respectivamente. Esta diferencia era estadísticamente significante.
El tiempo promedio del golpe, desde el inicio del movimiento de la raqueta hasta el impacto con la pelota, varió desde 381 mili-segundos en los intentos de mayor velocidad hasta 803 mili-segundos, en los más lentos. Debido a que es más despacio superar la inercia desde una posición estática, se ha recomendado utilizar un “split step” para mejorar el tiempo de respuesta en la preparación para la volea.
EL JUEGO DE PIES PREPARATORIO
Hay muchos jugadores que entrenan la volea es una posición estática. Es aconsejable entrenar la volea de forma dinámica, coordinando el “split step” y centrándose en el equilibrio cuanto antes y tanto como sea posible. Los grandes jugadores realizan un “split step” antes de la mayoría de los golpes para fijar una base de apoyo y poder llegar al siguiente tiro lo más rápido y con el mejor equilibrio posible.
La mayoría de los jugadores de club deben intentar hacer el “split step” cuando el rival inicia el movimiento adelante de la raqueta aunque los grandes voleadores han aprendido a coordinar este “split step” realizándolo justo después del impacto del rival. Han aprendido a medir el “split step” porque les facilita llegar a la red lo antes posible y permite que su cerebro tenga todavía tiempo suficiente para procesar el impacto y dar la señal para moverse hacia la posición de volea.
El realizar un “split step” es probablemente el elemento más importante para las voleas o para cualquier otro golpe que se juegue en la red. Un “split step” es como la técnica de “flexión-extensión” que emplean los esquiadores para hacer un giro.
Este movimiento dura sólo el medio segundo que el cuerpo está cayendo en el aire y puede ayudarnos mucho en nuestras habilidades motrices para el tenis. Al elevar y disminuir rápidamente nuestra fuerza contra el suelo se puede lograr equilibrio y luego salir explosivamente hacia el siguiente tiro en cualquier dirección con tanta potencia y rapidez como sea posible.
Para realizar el “split step” correctamente los pies deben estar separados y en línea con los hombros, el peso sobre la punta de los pies y el tronco ligeramente inclinado adelante. Debemos asegurarnos de mantener la raqueta delante del cuerpo y separada, y luego flexionar rápidamente las rodillas para equilibrarnos y prepararnos para movernos en cualquier dirección.
Además de que el “split step” proporciona un equilibrio correcto y permite moverse en todas las direcciones, el pre-estiramiento específico de los cuádriceps y los gemelos, tanto interno como externo, y el soleo favorece el almacenamiento de energía elástica que permite movimientos explosivos tras caer de nuevo al suelo.
MECÁNICA DEL MOVIMIENTO DE LA RAQUETA
Aunque la volea puede jugarse con una empuñadura Continental o Este, los buenos jugadores utilizan normalmente la Continental tanto para las voleas de derecha como de revés. La empuñadura Este necesita cambiarse de la derecha al revés y viceversa lo que significa emplear un cierto tiempo, aunque estudios previos indican que se dispone de tiempo suficiente.
Muchas voleas fáciles se golpean con un movimiento acortado, no obstante, la raqueta se lleva más atrás del hombro, tanto en la derecha como en el revés, cuando se golpea la volea a la altura de la línea de servicio. Este tipo de movimiento atrás de la raqueta puede ser más específico en la primera volea que se realiza tras el saque pues el jugador debe intentar jugarla profunda al lado contrario. Las segundas voleas, generalmente, tendrán un movimiento atrás más corto y el objetivo es más jugar una volea angulada.
Una de las principales fuentes de potencia para la volea es la transferencia de peso y la devolución de la potencia del golpe que nos llega. Las fuerzas de reacción del suelo durante el golpe indican que cuando la pelota viene lenta los jugadores inician el movimiento lateral dejándose caer hacia el lado mientras que cuando viene rápida inician el movimiento apoyando con fuerza el pie del otro lado contra el suelo.
Esta transferencia de peso, o paso, no tiene que realizarse antes de que se haya golpeado la pelota. De hecho, si el pie toca el suelo exactamente a la vez que se golpea la pelota, la precisión del golpe puede peligrar, ya que el paso puede provocar que caiga la cabeza de la raqueta, puede asemejarse al cabezazo hacia adelante que uno da cuando el coche frena de golpe. Por lo tanto, un punto clave al entrenar es “no sincronizar” las manos y los pies cuando se impacta a la pelota.
En las voleas bajas el paso de transferencia del peso tiene lugar normalmente antes del contacto, mientras que en las voleas altas ese paso se da después del contacto. Tanto en las voleas de derecha como de revés la cabeza de la raqueta debe estar ligeramente abierta en el impacto. Sin embargo, en comparación con los movimientos atrás de la raqueta, la rotación de las extremidades superiores colocaba la raqueta más abierta en el lado del revés.
A pesar de que la cabeza de la raqueta está un poco más abierta, los jugadores deben tener cuidado en no partir la muñeca cuando voleen. Los jugadores que la “rompen” en el impacto no usan la rotación de la cabeza de la raqueta antes del impacto y que, por lo general, esa acción de romper la muñeca es una reacción al impacto y no un movimiento intencionado.
Como se dijo anteriormente, el movimiento adelante de la raqueta conlleva una transferencia de peso que se inicia en el soleo, gemelos, cuádriceps y glúteos. Normalmente las voleas de derecha y revés utilizan ligeramente la rotación de tronco, elevadores oblicuos y de la columna, aunque la volea de revés implica una menor rotación. El movimiento en la volea de derecha utiliza los músculos deltoides anterior, los pectorales, los rotadores internos del hombro, los flexores del codo, bíceps, y el serrato anterior de una manera concéntrica, acortada.
Por su parte, la volea de revés utiliza, también concéntricamente, los músculos romboides, el trapecio medio, el deltoides posterior y medio, los rotadores externos del hombro, los tríceps y el serrato anterior. Los grupos musculares antagonistas en cada golpe se contraen excéntricamente, acción de estiramiento, durante el acompañamiento.
Extraído de: Cancha de Tenis
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