- La respuesta a un tiro corto con slice es un golpe largo de derecha o de revés.
- La respuesta a un tiro largo puede ser otro tiro largo o un tiro corto con efecto. El tiro largo si ataca y el tiro corto con efecto si se defiende.
- La respuesta a un smash es generalmente un globo, y ocasionalmente un tiro largo o una devolución con slice.
- La respuesta a una volea es generalmente una devolución larga de derecha o revés y ocasionalmente un globo.
- La respuesta a un tiro veloz es un tiro con backspin (rotación hacia atrás).
- La respuesta al backspin es un goIpe plano.
Hay además, ciertas combinaciones que muchas veces se utilizan regularmente aunque esto no quiere decir que debe utilizárselas siempre sin ninguna variación:
- Tres tiros a una misma esquina y luego un tiro cruzado lento y angulado al otro rincón. Cuatro tiros de una esquina a la otra y luego un drop cruzado.
- Alterne a una y otra esquina a la altura de la cintura, hasta que su rival haya pescado el ritmo. Una vez logrado ello, ejecute un tiro corto al mismo lugar donde había colocado su tiro anterior.
- Primero un drop, luego un globo profundo al lado opuesto de la pista.
- Primero un tiro largo, luego uno corto, luego otro largo, otro corto, y así variando continuamente la profundidad de los tiros hasta provocar un error del adversario.
Estas son solo algunas de las combinaciones del estratega que está siempre dispuesto a intentar nuevas variantes.
Al observar cómo pega su rival conoce el tipo de efecto que trae la pelota cuando se le acerca. Prestando atención al lugar donde se encuentran la cabeza de la raqueta y la pelota podrá deducirse con poco riesgo de equivocarse cuál será el lugar del pique de la pelota.
Si se le pega a la pelota a una altura superior a la cintura, picará en la misma dirección que llevaba la cabeza de la raqueta durante el vuelo y la terminación del golpe. Por otro lado, si su rival le pega a la pelota por debajo de la cintura, la pelota picará en dirección contraria a la que llevaba la raqueta en el vuelo y la terminación.
Jamás se debe pegar un winner si no se está verdaderamente convencido en el momento de ejecutarlo.
Si ejecuta un tiro largo piense en él y en nada más. Es más, pegue un golpe sabiendo por qué coloca el tiro en el lugar elegido.
Todo tiro debe ser jugado a un lugar determinado, una forma adecuada, con un propósito determinado y no simplemente devolver de cualquier manera con tal que la pelota supere la red. Hágase la idea antes de pegar qué alguna de estas tres cosas deberá realizar:
1- Atacar con el golpe, buscando agresividad en el tiro.
2- Manejar a su oponente, abriendo la pista con un tiro no muy veloz con un buen margen de error, al lugar más alejado de la posición de aquél.
3- Defenderse con el golpe si piensa que está en dificultades, jugando un globo o con slice bien profundo para tener tiempo de recuperarse.
Obviamente, hay otros tiros, pero lo más importarte es que cada uno asuma qué es lo que va a hacer; si atacar, mover al rival o defenderse.
Con cualquiera de las tres variantes vistas, tendrá que pensar en el tiro siguiente si su rival devuelve la pelota.
¿Avanzará a la red o se quedará en el fondo? ¿Adónde, botará la bola del contrario y cuál deberá ser su posición para encontrarla?
Y cuando llegue, ¿qué tipo de golpe ejecutará?
A menos que decida terminar el tanto con un gran golpe, un buen jugador siempre pega sus tiros teniendo en mente cuál jugará después, está siempre pensando en dos tiros anticipadamente. Como ya dijimos, los intercambios desde la base pueden ser interminables hasta que uno de los jugadores decide cambiar. Lo más común es jugar tiros cruzados y bien profundos.
La variante más vista es la de jugar de revés a revés. El peloteo de derecha rara vez perdura por más de tres intercambios. Para quebrar este constante ir y venir de bola existen dos excelentes tiros.
Uno es el tiro violento y recto, a la paralela y a un ángulo profundo.
El otro es un tiro cruzado, lento y muy angulado que si bien se mantiene dentro del modelo general tiene diferente profundidad y seguramente el pique sea distinto.
Otra variante que se ve frecuentemente es observar que uno de los jugadores pega cruzado todo el tiempo y el adversario devuelve siempre a la paralela. Esto hace que ambos corran permanentemente las mismas distancias.
Para cortar el ritmo, el jugador que ha estado pegando cruzado, puede aplicar un tiro alto y lento al medio con slice.
El que ha estado pegando derecho puede por su lado, ejecutar un tiro cruzado, lento y angulado a una esquina. Cualquiera de estas variantes sirve para cambiar el ritmo y es probable que provoque una equivocación en alguno de los jugadores.
Otra alternativa puede ser avanzar a la red. Sin embargo, si los envíos desde la base se están desarrollando con mucha profundidad, resulta riesgoso adelantarse ya que es muy común que el jugador que ha optado por esta actitud se vea superado por el tiro del rival o forzado a cometer un error al exigirse demasiado para volear bien.
Es mejor, por el contrario, recurrir al cambio de ritmo, efectos, profundidad, y dirección de los tiros que avanzar a la red con no muchas posibilidades de éxito.
Una estratagema que puede dar buenos dividendos es investigar cuál es el nivel de juego del rival, algo que debe intentarse desde el principio y no abandonarse hasta convencerse que ya no tiene utilidad. Podrá descubrir una debilidad o a lo mejor un excelente golpe. Cualquiera que sea manténgase hasta sacar las conclusiones.
Si su juego le está permitiendo ganar el partido no cambie durante ese momento favorable. Únicamente cuando descubra que el método que ha elegido no es el más indicado para ganar, recién entonces piense en otra táctica probándola con toda su fe. Si no está seguro, siga como hasta ese momento. En la mayoría de los puntos se verá forzado a cambiar permanentemente los planes, variando constantemente para que su rival no descubra sus intenciones. Pero aun así, conserve un determinado punto donde insistir más. Presione allí y no dude.
Es bastante común ver algunos jugadores que le pegan a la bola sin tener un plan definido detrás de su juego. Por un rato juegan sus tiros a la derecha del rival y de repente, cambian pegando al revés sin ninguna razón aparente. O se abalanzan a la red sin la más mínima preparación para esa jugada.
Todos estos cambios repentinos sin una verdadera estrategia no tienen mayor valor.
Si se le pega a la pelota a una altura superior a la cintura, picará en la misma dirección que llevaba la cabeza de la raqueta durante el vuelo y la terminación del golpe. Por otro lado, si su rival le pega a la pelota por debajo de la cintura, la pelota picará en dirección contraria a la que llevaba la raqueta en el vuelo y la terminación.
Jamás se debe pegar un winner si no se está verdaderamente convencido en el momento de ejecutarlo.
Si ejecuta un tiro largo piense en él y en nada más. Es más, pegue un golpe sabiendo por qué coloca el tiro en el lugar elegido.
Todo tiro debe ser jugado a un lugar determinado, una forma adecuada, con un propósito determinado y no simplemente devolver de cualquier manera con tal que la pelota supere la red. Hágase la idea antes de pegar qué alguna de estas tres cosas deberá realizar:
1- Atacar con el golpe, buscando agresividad en el tiro.
2- Manejar a su oponente, abriendo la pista con un tiro no muy veloz con un buen margen de error, al lugar más alejado de la posición de aquél.
3- Defenderse con el golpe si piensa que está en dificultades, jugando un globo o con slice bien profundo para tener tiempo de recuperarse.
Obviamente, hay otros tiros, pero lo más importarte es que cada uno asuma qué es lo que va a hacer; si atacar, mover al rival o defenderse.
Con cualquiera de las tres variantes vistas, tendrá que pensar en el tiro siguiente si su rival devuelve la pelota.
¿Avanzará a la red o se quedará en el fondo? ¿Adónde, botará la bola del contrario y cuál deberá ser su posición para encontrarla?
Y cuando llegue, ¿qué tipo de golpe ejecutará?
A menos que decida terminar el tanto con un gran golpe, un buen jugador siempre pega sus tiros teniendo en mente cuál jugará después, está siempre pensando en dos tiros anticipadamente. Como ya dijimos, los intercambios desde la base pueden ser interminables hasta que uno de los jugadores decide cambiar. Lo más común es jugar tiros cruzados y bien profundos.
La variante más vista es la de jugar de revés a revés. El peloteo de derecha rara vez perdura por más de tres intercambios. Para quebrar este constante ir y venir de bola existen dos excelentes tiros.
Uno es el tiro violento y recto, a la paralela y a un ángulo profundo.
El otro es un tiro cruzado, lento y muy angulado que si bien se mantiene dentro del modelo general tiene diferente profundidad y seguramente el pique sea distinto.
Otra variante que se ve frecuentemente es observar que uno de los jugadores pega cruzado todo el tiempo y el adversario devuelve siempre a la paralela. Esto hace que ambos corran permanentemente las mismas distancias.
Para cortar el ritmo, el jugador que ha estado pegando cruzado, puede aplicar un tiro alto y lento al medio con slice.
El que ha estado pegando derecho puede por su lado, ejecutar un tiro cruzado, lento y angulado a una esquina. Cualquiera de estas variantes sirve para cambiar el ritmo y es probable que provoque una equivocación en alguno de los jugadores.
Otra alternativa puede ser avanzar a la red. Sin embargo, si los envíos desde la base se están desarrollando con mucha profundidad, resulta riesgoso adelantarse ya que es muy común que el jugador que ha optado por esta actitud se vea superado por el tiro del rival o forzado a cometer un error al exigirse demasiado para volear bien.
Es mejor, por el contrario, recurrir al cambio de ritmo, efectos, profundidad, y dirección de los tiros que avanzar a la red con no muchas posibilidades de éxito.
Una estratagema que puede dar buenos dividendos es investigar cuál es el nivel de juego del rival, algo que debe intentarse desde el principio y no abandonarse hasta convencerse que ya no tiene utilidad. Podrá descubrir una debilidad o a lo mejor un excelente golpe. Cualquiera que sea manténgase hasta sacar las conclusiones.
Si su juego le está permitiendo ganar el partido no cambie durante ese momento favorable. Únicamente cuando descubra que el método que ha elegido no es el más indicado para ganar, recién entonces piense en otra táctica probándola con toda su fe. Si no está seguro, siga como hasta ese momento. En la mayoría de los puntos se verá forzado a cambiar permanentemente los planes, variando constantemente para que su rival no descubra sus intenciones. Pero aun así, conserve un determinado punto donde insistir más. Presione allí y no dude.
Es bastante común ver algunos jugadores que le pegan a la bola sin tener un plan definido detrás de su juego. Por un rato juegan sus tiros a la derecha del rival y de repente, cambian pegando al revés sin ninguna razón aparente. O se abalanzan a la red sin la más mínima preparación para esa jugada.
Todos estos cambios repentinos sin una verdadera estrategia no tienen mayor valor.
(*) Bill Tilden
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